
ELABORACIÓN
LA VID
Las pequeñas parcelas que dan vida a nuestra bodega están situadas en la antigua ciudad prehispánica de Gáldar. Éstas ocupan zonas de cultivos plataneros reutilizados con especial mimo y detalle que miran al noroeste del Atlántico, recibiendo el influjo de los vientos alisios.
El rigor en la elaboración de estos vinos se inicia ya en los racimos, que son controlados al detalle.
FERMENTACIÓN
La fermentación alcohólica suele durar unos quince días y la temperatura máxima puede alcanzar los 32 grados.
La madurez óptima de la uva selectivamente vendimiada y el grado alcohólico, que oscila entre el 13% y el 14.5%, facilita la extracción de color y taninos, obteniendo así unos vinos de capa media-alta de un rojo intenso.
CRIANZA EN BARRICA
La crianza del vino se inicia en noviembre, primero en tanque y luego en barrica. La duración del proceso de crianza en madera para El Convento es de mínimo seis meses y Viña Amable, un mínimo de cuatro meses. Durante este tiempo, el vino va rotando de barrica nueva a barrica cada vez más usada con el objetivo de conseguir un equilibrio perfecto entre el vino y la madera.
EMBOTELLADO
El proceso de embotellado de los vinos se lleva a cabo en nuestra bodega con ayuda de una embotelladora sencilla. Para ello, tras haber asegurado que los caldos superan los respectivos controles de calidad, estos son supervisados y embotellados de manera manual e individual.
CRIANZA EN BOTELLA
La crianza en botella requiere tiempo y cuidados. Los vinos de Bodega Vega de Gáldar terminan su periplo con un tranquilo descanso en botella en una cueva natural albergada en los terrenos sobre los que descansa nuestra bodega.
Tratándose de vinos jóvenes de autor, el tiempo de estancia en botella suele prolongarse hasta que se produzca un pedido o se finalice la tirada de la cosecha en cuestión.
Todo un sistema mimado en detalle y avalado por el Consejo Regulador de Gran Canaria – Denominación de origen.